¿Debería hacerse obligatoria la vacunación contra el COVID19?

Esta es, sin duda, la pregunta por excelencia en la actualidad. La respuesta puede abordarse desde diferentes perspectivas y, como con la mayoría, hay tantas respuestas como personas.


Por una parte, analizamos la seguridad de la sociedad: si todo el conjunto de la población mundial recibe la vacuna se erradicaría el virus, sin embargo, esto es algo bastante complejo debido a las diferencias económicas y políticas entre todos los países que impiden que la globalización sea completa e igualitaria. Con esto, concluiríamos que debe de ser obligatoria para poder acabar con el virus de manera casi definitiva, volviendo así a la normalidad que tanto ansiamos recuperar y evitando numerosas muertes que actualmente se producen a diario de manera casi mundial.


Por otra parte, nos refugiamos en la ley que protege nuestra libertad de decisión. De esta manera, a pesar de las diferencias legislativas entre países, según la Declaración de los Derechos del Hombre, todos los seres humanos, simplemente por serlo, tenemos libertad de decisión. Así pues, la ley dictaría que no podemos obligar a los demás a vacunarse, es cada individuo el que debe tomar la decisión y asumir sus consecuencias. Es decir, si alguien decide rechazar la vacuna por cualquier razón que considere de peso, está también asumiendo el riesgo de contagiarse.


Teniendo todo esto en cuenta, ¿nos hace rechazar la vacuna personas egoístas? ¿podemos implantar una ley para obligar a las personas? ¿es, en este caso, la libertad de decisión algo que hay que anteponer? En mi opinión, la libertad de uno comienza cuando acaba la de otro por lo que es un dilema muy grande que, desde un punto de vista político debería solucionarse con una ley que nos obligue a todos a vacunarnos para proteger la salud de la sociedad y su economía. Sin embargo, si nos basamos en un criterio moral no debería ser obligatorio ya que, como particulares, no tenemos derecho ni nada que nos apoye a la hora de obligar a otro individuo a hacer algo como pueda ser vacunarse.


En conclusión, depende del punto de vista sobre el que te apoyes, sería una mejor o una peor decisión obligar a vacunarse. Sin embargo, bajo mi humilde opinión, debería ser obligatorio cuidar la salud de la sociedad y, en consecuencia, debería ser obligatoria la vacunación.


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